¿Qué es el estrés?
El término estrés tiene múltiples significados. Orlandini (1996), precisa que el estrés puede identificarse con la respuesta biológica o psicológica a un estímulo que puede ser positivo (como un atleta que compite y gana), o estímulo negativo (como el tener dificultades con la vivienda). El estrés no saludable, también denominado distrés, es el objeto de estudio de este artículo.
Los síntomas psíquicos más comunes del estrés no saludable son:
• Dificultad de concentración y de memoria.
• Ansiedad.
• Cansancio exagerado.
• Ira.
• Falta de ánimo (tristeza, llanto, aburrimiento).
• Exceso o defecto de sueño.
• Exceso o defecto de apetito.
• Consumo aumentado de café, tabaco, alcohol o automedicación.
• Maltrato o violencia a pareja o familia.
• Dificultad para realizar tareas o actividades.
• Cambios en los hábitos de vida.
El no atender los síntomas de estrés no saludable, pueden ocasionar enfermedades como la depresión, ataques de pánico, adicciones o la tensión premenstrual en las mujeres; o también provocar padecimientos crónicos graves como anorexia o úlcera epática, fatiga crónica, estrés postraumático, hipotiroidismo u obesidad.
Además, también se pueden ocasionar los transtornos de los instintos por estrés que a continuación se mencionan:
• Transtornos de sueño. Generados por estresores como frío o calor, luz, siestas diurnas, ruido, cambio de horario de sueño, situaciones psicotraumáticas o consumo de drogas estimulantes.
• Transtornos alimenticios (asociados a fatiga, ansiedad o tristeza), que desencadenan anorexia o bulima (que también puede ser generada por burlas por obesidad o el valor que se le da a la delgadez en nuestra cultura).
Por lo tanto, es muy importante que los síntomas psíquicos de estrés sean oportunamente identificados y controlados en todas las personas, a través del desarrollo de emociones positivas, la práctica de hábitos de sueño saludables, el apoyo social y el ejercicio físico, a fin de evitar que el aumento de estrés genere la aparición de las enfermedades mentales o crónicas antes mencionadas, o que se desarrollen transtornos del sueño o alimenticios que también pueden desencadenar padecimientos graves en la salud de las personas.
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